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Hoy entrevistamos a Francisco Ciruela, profesor de Farmacología en la Unidad de Farmacología, perteneciente al Departamento de Patología y Terapéutica Experimental de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, en el Campus de Bellvitge de la Universidad de Barcelona.
Preguntas:
- ¿Desde cuándo es miembro de nuestra sociedad?
Desde 2008
- ¿Cuál ha sido su participación en la misma?
Durante mi etapa predoctoral (1991 – 1995) participé regularmente en los congresos anuales organizados por la sociedad, así como en el mítico curso de receptores acoplados a proteína G organizado por el Dr. Jesús García Sevilla y el Dr. Angel Pazos. Mas tarde, ya por el año 2000, empecé a participar en dicho curso como profesor.
En el año 2008 tuve el honor de recibir el premio Farmacología 2008 de la SEF y Laboratorios Almirall, en el marco del XXX congreso celebrado en Bilbao. Finalmente, he sido vocal de la Junta Directiva de la SEF entre 2017 y 2020.
- Describa brevemente su actividad profesional y algún logro reciente
El grupo de investigación «Neurofarmacología y Dolor» (http://www.ub.edu/neuropharmpain/) se estableció en diciembre de 2007, coincidiendo con mi incorporación como profesor de farmacología en la Unidad de Farmacología, perteneciente al Departamento de Patología y Terapéutica Experimental de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, en el Campus de Bellvitge de la Universidad de Barcelona. Quiero dedicar unas palabras en memoria de la Dra. Eulalia Planas i Domingo, quien en ese entonces coordinaba la Unidad de Farmacología. Eulalia, con su calidez y generosidad, me recibió en la familia farmacológica del dolor, y a día de hoy su memoria sigue presente entre nosotros (https://www.galeriametges.cat/galeria-fotografies.php?icod=EGJJ). En sus inicios, junto con el Dr. Víctor Fernández Dueñas, el grupo de investigación, centró su trabajo en el estudio de los mecanismos de acción de los receptores acoplados a proteína G (GPCRs) y su papel en la fisiopatología de enfermedades neurodegenerativas, como el Parkinson, y en el dolor. Con el tiempo, hemos ampliamos nuestras líneas de investigación hacia áreas clave, como el estudio de los aspectos neuroquímicos relacionados con las enfermedades neuropsiquiátricas, en particular la esquizofrenia, la desorfanización de GPCRs como el GPR37, y el cribado de compuestos que actúan sobre el receptor sigma-1 para el tratamiento del dolor. Una característica distintiva de nuestro grupo de investigación a lo largo de estos años ha sido el desarrollo e implementación de herramientas biotecnológicas innovadoras, como biosensores fluorescentes, y el uso de la luz como modulador del proceso farmacológico, siempre con un enfoque claramente traslacional. Un ejemplo de esta evolución es la línea de investigación que hemos desarrollado en colaboración con diversos investigadores del área química, centrada en el desarrollo de ligandos fotosensibles, cuya actividad intrínseca puede ser modulada mediante luz. Esta farmacología de precisión, conocida como fotofarmacología, ofrece la capacidad de activar o desactivar los efectos terapéuticos de un fármaco en el lugar y momento deseados, lo que minimiza la exposición sistémica y reduce los efectos adversos del tratamiento. Además, la fotofarmacología podría abrir nuevas vías de investigación para el tratamiento de enfermedades que requieren intervenciones selectivas y temporales, aumentando la seguridad y la eficacia de los tratamientos en condiciones crónicas y complejas. Así, hemos implementado las técnicas fotofarmacológicas en modelos preclínicos de enfermedades como el Parkinson, el dolor y la psoriasis, con el objetivo de mejorar la eficacia terapéutica y reducir los efectos adversos asociados a los tratamientos convencionales.
A lo largo de los años, la Unidad de Farmacología del Campus Bellvitge ha crecido significativamente, gracias a la incorporación de importantes investigadores que han introducido nuevas líneas de trabajo a las ya existentes. Entre ellas, destacan el estudio de los efectos de los cannabinoides en los procesos psicóticos y la enfermedad de Alzheimer, liderado por la Dra. Ester Aso; la investigación sobre las subpoblaciones de receptores que contribuyen al potencial adictivo de los opioides y el mecanismo de acción de la ketamina, a cargo del Dr. Jordi Bonaventura; el análisis de las orexinas como posibles facilitadores de la recuperación motora tras una lesión medular, desarrollado por la Dra. África Flores; y el uso de la música en el tratamiento del dolor crónico para reducir el potencial abuso de fármacos opioides, encabezado por el Dr. Fernández Dueñas.
- ¿Cómo cree que podría darse un impulso a la SEF?
El conocimiento farmacológico está siendo absorbido y difuminado progresivamente por otras áreas, que han incorporado a sus propios campos muchos de los conceptos clásicos de la disciplina. Como consecuencia, términos y principios fundamentales de la Farmacología son frecuentemente utilizados con cierta volatilidad o interpretados incorrectamente. Sin embargo, esta situación puede ser vista como una oportunidad para el crecimiento y la transformación de la Farmacología del futuro. En este contexto, explorar las fronteras con otras disciplinas, como la química, la biotecnología o la ingeniería, no solo puede revitalizar el campo farmacológico, sino que también podría ofrecerle una visión más amplia y multidisciplinar. Así, la interacción con estas áreas permitiría el desarrollo de nuevas metodologías, herramientas y enfoques que enriquecerían la investigación farmacológica. Por ejemplo, la síntesis de derivados químicos transformadores, la incorporación de aproximaciones biotecnológicas en los procesos farmacológicos o la aplicación de principios de ingeniería en la creación de dispositivos terapéuticos innovadores, podrían impulsar la Farmacología hacia una nueva era de descubrimientos y avances científicos. Este enfoque multidisciplinar no solo expandiría los límites de la Farmacología, sino que también consolidaría su liderazgo al interaccionar más profundamente con otras áreas de conocimiento, otorgándole un papel preponderante en el futuro de la medicina y la ciencia biomédica. En este proceso de evolución, la Sociedad Española de Farmacología (SEF) podría desempeñar un papel clave, actuando como un agente dinamizador y facilitador de esta transformación, promoviendo la colaboración entre disciplinas y fomentando el liderazgo farmacológico en la ciencia del futuro.
- ¿Considera que podría contribuir al mismo?
Sí, creo que podríamos contribuir en ese proceso de integración y revitalización de la Farmacología. Nuestra experiencia explorando tecnologías emergentes y metodologías innovadoras podría ser de utilidad.