La Sociedad Española de Farmacología, sociedad científica que agrupa a más de 500 farmacólogos involucrados en el estudio de todos los aspectos (investigación y desarrollo de fármacos, terapéutica, efectos adversos, etc.) relacionados con los fármacos y los medicamentos, provenientes tanto del sector académico, como de la industria farmacéutica y del sector hospitalario, quiere manifestar lo siguiente:

1. En España ha habido una tendencia creciente en la esperanza de vida que se revirtió, debido a la pandemia COVID-19, disminuyendo en casi 1,2 años de 2019 a 2020 https://www.demographicscience.ox.ac.uk/
2. Las vacunas frente a las enfermedades infecciosas han contribuido de forma importante al aumento de la esperanza de vida de la población
3. Según la definición del Centro de Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, el organismo encargado del control y la prevención de las enfermedades en dicho país, una vacuna es una preparación que se utiliza para estimular la respuesta inmune frente a las enfermedades. Esta definición es ampliamente aceptada por la comunidad científica internacional
4. Las vacunas frente a COVID-19 basadas en ARNm inducen, dentro de las células del organismo, la expresión de proteínas virales que son antigénicas y, por tanto, son capaces de desencadenar una respuesta inmune en el receptor de dicha vacuna.
5. Dicha respuesta inmune hace que, en el caso de producirse la infección, la gravedad de la misma sea mucho menor. Por ejemplo, en el Reino Unido, con una población cercana a los 68,5 millones de personas (https://www.worldometers.info/world-population/uk-population/), cerca del 75% de sus habitantes ha recibido una pauta de vacunación frente a COVID-19 de dos dosis de vacuna y el 55% una pauta con 3 dosis. El porcentaje de ingresos en las Unidades de Cuidados intensivos en el Reino Unido correspondiente a pacientes no vacunados fue de un 61% en diciembre de 2021 (https://doi.org/10.1136/bmj.o5). En España, se estima que la protección generada por la vacuna frente a eventos graves causados por COVID, como la hospitalización, se cifra en torno al 90% (https://www.sanidad.gob.es/profesionales/saludPublica/prevPromocion/vacunaciones/covid19/docs/Efectividad_VacunacionCOVID-19_Espana_3Informe.pdf)
6. Esta diferencia se traduce también en una mayor tasa de mortalidad por COVID-19 en los pacientes no vacunados que en los vacunados (https://ourworldindata.org/covid-deaths-by-vaccination). Por ejemplo, en un estudio observacional realizado en Israel, se demostró que la vacunación protegía más de un 95% frente a las muertes causadas por COVID-19 (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8099315/pdf/main.pdf )
7. Por tanto, queda fuera de toda duda el beneficio que representa la vacunación para disminuir tanto la gravedad del cuadro clínico de la infección por COVID-19 como la tasa de mortalidad causada por dicha infección.
8. Los procedimientos de evaluación de medicamentos que han establecido las distintas agencias reguladoras (FDA en EEUU, EMA en Europa y la AEMPS en España) se basan en criterios de transparencia y rigor científico.
9. Los procedimientos acelerados de evaluación, como el que se ha aplicado en la situación de emergencia derivada de la pandemia se basan en recabar un número determinado de estudios que demuestren la seguridad de las vacunas, así como la capacidad de activar una respuesta inmunogénica en un plazo que permita dar una respuesta rápida al problema de salud afrontado. Una vez autorizadas, el análisis de riesgo/beneficio mediante estudios de farmacovigilancia continúa considerando los datos disponibles en segmentos más amplios de la población y considerando cambios en las cepas que lleven a modificar la prescripción de las mismas.